La reputación se ha convertido en uno de los activos más preciados de cualquier organización y una de sus principales fuentes de valor intangible.

En los servicios profesionales y en el sector legal en concreto, la reputación corporativa adquiere una dimensión aún mayor, pues varios de sus principales atributos, como la calidad, el prestigio, la fiabilidad, la credibilidad o la confianza alcanzan una capacidad diferenciadora para atraer y fidelizar clientes y profesionales.

Según los estudios del sector legal, la reputación de la firma y la del letrado son, en el derecho de los negocios, dos de los principales atributos de compra en los que se basa el asesor jurídico interno de las compañías para elegir un bufete de abogados.

Una reputación corporativa excelente es fundamental para atraer los mejores recursos necesarios para el negocio y la actividad de las organizaciones en las condiciones más favorables para la empresa y genera los siguientes beneficios:

Es uno de los mejores argumentos de venta
Aumenta el valor de la organización y de sus servicios
Atrae y fideliza el talento, clave en los servicios profesionales
Reduce la pérdida de valor en una crisis
Constituye un factor determinante de liderazgo

¿En qué se basa la reputación?

Desempeño profesional apoyado en la comunicación según el contexto.

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